Soluciones Basadas en la Naturaleza

Una forma sustentable de salvar nuestra nave espacial


Desde que Tomas Malthus planteó en 1798 su escenario al comparar crecimiento poblacional vs crecimiento de la producción de alimentos; la tecnología ha contribuido considerablemente a evitar dicha caótica situación. Sin embargo, la crisis o caos ambiental en el cual la Humanidad está inmersa hoy es causada principalmente por el inadecuado uso y abuso de algunas tecnologías, de ahí que muchas de las medidas que se plantean tratan de imponer restricciones a muchas de esas herramientas de producción, transporte, energía y comercio.

Partiendo del hecho que el Antropoceno ha modificado sustancialmente los paisajes naturales mediante su conversión en espacios agrícolas, pecuarios, industriales y urbanos; afectando y destruyendo muchos ecosistemas naturales que proveen servicios ambientales fundamentales para la vida humana; además, sabiendo que los ecosistemas sanos y gestionados de forma sostenible son imprescindibles para el bienestar humano; se trata no solo de proteger deteniendo el deterioro ya causado y conservar lo que queda, sino revertir parte del daño causado utilizando la propia resiliencia de la Naturaleza y algunas otras de sus capacidades naturales para reducir la contaminación en todas sus modalidades, luchar contra el cambio climático, la desertificación y la desaparición de especies, restaurar los ecosistemas que son amenazas a la seguridad ambiental que ya se están materializando al generar inseguridad hídrica, sanitaria y alimentaria; así como, un incremento considerable de catástrofes generadas por la alteración ambiental existente.

La UICN definió en 2002 que las soluciones basadas en la naturaleza (SbN) abordan los desafíos de la sociedad a través de la protección, la gestión sostenible y la restauración de los ecosistemas naturales y modificados, en beneficio tanto de la biodiversidad como del bienestar humano... están respaldadas por beneficios que provienen de ecosistemas saludables… y son fundamentales para un desarrollo económico sostenible.

Las SbN no rechazan la tecnología, no es una actitud ludita, se definen como un pacto socio-ambiental para una gestión ambiental sostenible que garantice la seguridad ambiental, basada en emplear tecnologías que mimetizan procesos de la propia naturaleza, tecnologías (verdaderamente) verdes, con el fin último de garantizar la sostenibilidad de los servicios ambientales. Coexiste con soluciones de ingeniería, preferiblemente cuando estas toman en consideración el impacto que tienen sobre los ecosistemas. Es un concepto que ya forma parte de los ODS y la Agenda 2030.

A objeto de facilitar el diseño, establecimiento, seguimiento y evaluación de las SbN, la UICN (2020) elaboró un Estándar Global para Soluciones Basadas en la Naturaleza. En él se recomiendan 8 criterios y 28 indicadores.

Criterio 1: Las SbN responden eficazmente a los desafíos sociales. Este criterio presenta fundamentalmente dos elementos como que la determinación de los desafíos más apremiantes debe ser a través de la consulta popular y que las soluciones deben realmente resolver dichas necesidades.

Criterio 2: El diseño de las SbN se adapta a la dimensión.  No solo la dimensión bio-física o geográfica, sino que debe considerar las complejas interrelaciones con aspectos culturales, laborales y otros de carácter biosicosocial.

Criterio 3: Las SbN dan lugar a una ganancia neta en términos de biodiversidad e integridad de los ecosistemas. Para ello se debe hacer una monitorización y evaluación periódica y regular, a los fines de valorar las mejoras de los ecosistemas y servicios ambientales con los fines de mejorar el diseño, asi como, la conservación y recuperación de los ecosistemas que se van a intervenir.

Criterio 4: Las SbN son económicamente viables.   De manera de garantizar su permanencia en el tiempo, su sostenibilidad intergeneracional.

Criterio 5: Las SbN se basan en procesos de gobernanza inclusivos, transparentes y empoderadores.   Como se ve en los dos primeros criterios, la participación y el empoderamiento locales son vitales para garantizar el éxito de las acciones que se tomen; la correspondencia social-ecológico-económico es esencial de cualquier SdB.

Criterio 6: Las SbN ofrecen un equilibrio equitativo entre el logro de sus objetivos principales y la provisión constante de múltiples beneficios. Se refiere a la distribución y contribución de los actores en temas de costos, costes, beneficios y provisiones.

Criterio 7: Las SbN se gestionan de forma adaptativa, con base en datos.

Criterio 8: Las SbN son sostenibles y se integran en un contexto jurisdiccional adecuado.

La Comisión Europea ha ampliado la definición de las SbN incluyendo ciertos conceptos que pueden contribuir a su implantación y gobernanza, tales como:  que son rentables, proporcionan simultáneamente beneficios ambientales, sociales y económicos y ayudan a desarrollar la resiliencia. Tales soluciones aportan más y más diversas características y procesos naturales y naturales a las ciudades, paisajes y paisajes marinos, a través de intervenciones sistémicas, eficientes en el uso de los recursos y adaptadas localmente…las soluciones basadas en la naturaleza deben favorecer la biodiversidad y respaldar los servicios del ecosistema.[3]

La UE incorporó al programa Horizonte 2020 de investigación, ciencia, tecnología e innovación, las SbN. El nuevo programa 2021-2027, llamado Horizonte Europa, es aún más inclusivo en cuanto a proyectos basados en la SdN mencionando que contribuyen significativamente al Pacto Verde Europeo, la estrategia sobre biodiversidad y la de adaptación al clima.

Diversos documentos y estrategias europeas, como la Economía Verde y la Economía Azul, también se basan en SbN ya que parten del mencionado pacto verde.

Algunos ejemplos de SbN, de una lista casi infinita, son: 

    • recuperación de dunas, manglares y corales para protección natural de zonas costeras ante la mayor cantidad de tormentas y el incremento del nivel de los océanos; 
    • forestación y/o reforestación de tierras agrícolas en desuso o de bosques dañados; 
    • reverdecimiento de las ciudades mediante árboles en las vías de tránsito, parques infantiles, terrenos baldíos, plazas, techos y paredes verdes para reducir el albedo y la temperatura; 
    • jardines infiltrantes -rain gardens- alimentados por agua de lluvia; 
    • creación de sumideros naturales de carbono; 
    • restauración de hábitats destruidos como: humedales, marjales, pantanos, arrecifes, praderas marinas; 
    • control de la erosión con arbustos, árboles y plantas; 
    • sistemas de filtrado vegetal de aguas;  
    • prácticas agrícolas sanas, seguras, sostenibles; 
    • ecoturismo y turismo ecosostenible.


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